Ya brilla la aurora
fantástica, incierta,
velada en su manto de rico tisú.
¿Por qué, niña
hermosa, no se abre tu puerta?
¿Por qué cuando el alba las flores
despierta
durmiendo estás tú?
Llamando a tu puerta, diciendo
está el día:
"Yo soy la esperanza que ahuyenta el dolor". El ave te dice: "Yo soy la armonía". Y yo, suspirando, te digo: "Alma mía, yo soy el amor".
Victor Hugo
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