lunes, 8 de septiembre de 2014

► Good Morning My Love - Ernesto Cortázar - Románticos

La luz de la noche



Estoy pensando, es de noche,
en el día que hará allí
donde esta noche es de día.
En las sombras brillantes,
abiertas todas las flores,
contra ese sol, que es la luna
tenue que me alumbra a mi.

Aunque todo está tan quieto,
tan en silencio en lo oscuro,
aquí alrededor,
veo a las gentes veloces
¿prisas,trajes claros,risa?
consumiendo sin parar,
a pleno goce, esa luz
de ellos, la que va a ser mia
en cuanto alguien diga allí
"ya es de noche".

La noche donde yo estoy ahora,
donde tú estás junto a mi
tan dormida y tan sin sol
en esa noche y luna sin dormir,
que pienso en el otro lado de tu sueño,
donde hay luz que yo no veo.

Donde es de día y paseas
¿te sonríes al dormir?
con esa sonrisa abierta, 
tan alegre, tan de flores,
que la noche y yo sentimos
que no puede ser de aquí.



Pedro Salinas
Pintor: Afremov

sábado, 6 de septiembre de 2014

El cuarto movimiento - Le Réveillon



El cielo está manchado con espasmos de rojo,

Huyen las brumas envolventes y las sombras;
El alba se levanta desde el mar
Como una blanca dama de su lecho.


Y caen flechas melladas, insolentes
A través de las plumas de la noche,
Y una ola larga de luz gualda
Rompe en silencio sobre torre y casa,


Y extendiéndose amplia sobre el campo inculto
Un batir de alas que despiertan al vuelo,
Castaños que se agitan en la copa
Y ramas con estrías de oro.




Oscar Wilde

Canción I


Nace el alba y tu puerta está cerrada
Hermosa mía, ¿a qué dormir?
¿Si se despierta la rosa,
No vas a despertar tú?

Mi lindo encanto
Escucha ya,
A tu amante que canta
Y también llora.

Todo llama a tu puerta bendita.
Dice la aurora: "yo soy el día".
Dice el pájaro: "yo la armonía".
Y mi corazón: "yo el amor".

Mi lindo encanto
Escucha ya,
A tu amante que canta
Y también llora.

Te adoro, ángel, te amo mujer
Dios que me completó contigo
Creó mi amor para tu alma.
Y mis ojos para tu belleza.




Victor Hugo
Pintor: Iván Alifan

sábado, 9 de marzo de 2013

El hombre y La mujer




El hombre es la más elevada de las criaturas;
La mujer es el más sublime de los ideales. 
Dios hizo para el hombre un trono;
Para la mujer un altar.
El trono exalta,
El altar santifica.
El hombre es cerebro,
La mujer es corazón.
El cerebro fabrica la luz,
El corazón produce el amor
La luz fecunda,
El Amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón
La mujer es invencible por las lágrimas
La razón convence
Las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos
La mujer de todos los martirios
El heroísmo ennoblece
el martirio sublima.
El hombre tiene la supremacía;
La mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza;
La preferencia respresenta el derecho
El hombre es un genio,
la mujer un ángel.
El genio es inconmensurable;
El ángel indefinible
La aspiración del hombre es la suprema gloria;
La aspiración de la mujer, es la extrema virtud.
La gloria hace todo lo que es grande;
La virtud hace todo lo que es divino
El hombre es Código
La mujer es Evangelio
El Código corrige
El Evangelio perfecciona.
El hombre piensa
La mujer sueña.
El pensar es tener en el cráneo una larva;
Soñar es tener en la frente una aureola.
El hombre es un océano;
La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que adorna;
El lago, la poesía que enciende.
El hombre es el águila que vuela,
La mujer es el ruiseñor que canta.
Lolar es dominar el espacio
Cantar es conquistar el alma.
El hombre es un Templo;
La mujer es el Santuario.
Delante del Templo nos descubrimos
Delante del Santuario nos arrodillamos.
En fin
El hombre está colocado donde termina la tierra..
La mujer, donde comienza el cielo

Victor Hugo

martes, 18 de diciembre de 2012

Canto a mi mismo


Me celebro y me canto.
Me entrego al ocio y agasajo a mi alma,
me tiendo a mis anchas a observar
un tallo de hierba veraniega.

Clara y pura es mi alma,
y claro y puro es todo aquello que no es mi alma.
Estoy satisfecho: veo, bailo, me río, canto.
Poseo lo bueno de la tierra y del cielo,
el aire que respiro ha sido destinado a mí
desde la eternidad.

El vaho de mi aliento
mi espiración e inspiración,
los latidos de mi corazón,
el fluir de la sangre y del aire
a través de mis pulmones,
el olor de las hojas verdes y de las hojas secas
de la ribera y de las rocas marinas
de oscuro color,
del heno del granero, el sonido de las palabras,
algunos besos leves, abrazos,
el juego de la luz y de la sombra entre los árboles
cuando se mueven las ramas dóciles,
el gozo de hallarme solo
o en el tumulto de las calles,
o en los campos y en los ribazos de las colinas,
la sensación de la salud perfecta,
el trinar de la luna llena,
mi canto al salir del lecho y saludar al sol,

Nunca ha habido más energía original que ahora,
y jamás habrá más perfección que ahora...
Bienvenidos sean todos mis órganos
y todos mis atributos,
ni una pulgada, ni una partícula de una partícula
de una pulgada es vil,
y ninguna debe ser menos conocida que las otras.

Sé que soy sano y vigoroso
que todos los objetos del universo convergen
y manan hacia mí perennemente,
que todos me traen un mensaje
que debo descifrar.
Sé que soy inmortal,
me río de lo que llamáis muerte.
Existo como soy y eso basta.

Estoy enamorado de mí mismo,
hay tantas cosas en mí tan deliciosas.
Todos los instantes, todos los sucesos
me penetran de alegría.
Creo que una hoja de hierba no es menos
que el trabajo realizado por las estrellas,
que la hormiga es igualmente perfecta,
y que la articulación más insignificante,
y ninguno es más ni menos que yo,
y lo bueno y lo malo que de mí digo,
lo digo de ellos.
Sé que todos los hombres son mis hermanos,
que el amor es el sostén de la creación...

Quien degrada a otro me degrada a mí,
y todo lo que se dice o se hace vuelve al fin a mí.
Encarno a todos los marginados
y a todos los que sufren,
brotan de mí muchas voces largo tiempo mudas:
voces de interminables generaciones
de prisioneros y esclavos
voces de los enfermos y los desesperados,
voces de los seres despreciados.

Me veo en la cárcel con las facciones
de otro hombre,
y experimento su dolor sordo y constante;
no pregunto al enfermo como se siente;
me convierto en él.
Soy el esclavo perseguido, el niño silencioso
de rostro envejecido, el enfermo
que exhala su último suspiro.

Hombre y mujer, quisiera decirte
cuanto te amo pero no puedo,
y quisiera decirte los que hay en mí
y lo que hay en ti,
pero no puedo, y quisiera decirte
cómo late mi corazón día y noche,
y cuanto sufro, pero no puedo.

 

Walt Whitman

domingo, 9 de septiembre de 2012

Si mis manos pudieran deshojar




SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR

Yo pronuncio tu nombre
En las noches oscuras
Cuando vienen los astros
A beber en la luna
Y duermen los ramajes
De las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
De pasión y de música.
Loco reloj que canta
Muertas horas antiguas.

Yo pronuncio tu nombre,
En esta noche oscura,
Y tu nombre me suena
Más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
Y más doliente que la mansa lluvia.

¿Te querré como entonces
Alguna vez? ¿Qué culpa
Tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma

¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
Deshojar a la luna!!



Federico García Lorca